Cascadas el Nicho
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Verano en el paraiso

A veces llegamos al límite del estrés y la rutina, por lo que buscamos desesperadamente un lugar al mejor estilo de la película “La Laguna Azul” lo cual es difícil de encontrar, así que todos en las vacaciones de verano eligen ir a la playa, pero ¿qué tal si pudieras bañarte bajo unas deliciosas cascadas naturales? Ese es el tipo de ambiente paradisíaco que te ofrecen “Las Cascadas el Nicho” en Cuba, el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un paisaje completamente diferente de lo que estamos acostumbrados.

Las Cascadas el Nicho se conforma por decenas de formaciones rocosas con ríos y cascadas cayendo en estanques naturales de agua dulce, dentro de un paraje mínimamente visitado por las personas y totalmente escondido en las montañas, un lugar exclusivo y natural al mismo tiempo, ubicado en la Cuenca de Hanabanilla en la Provincia de Cienfuegos de la Isla de Cuba.

Las Cascadas el Nicho forman parte del parque Guanayara de la Sierra del Escambray, y cubre nada más y nada menos que 60 km2 de extensión y resguarda casi 70 especies de plantas endémicas.

¿Qué puedes encontrar?

Debido a que el parque donde se encuentran las Cascadas está protegido, la zona literalmente sea vuelto un paraje paradisiaco para la flora y fauna regional, no será raro que te topes o veas a lo lejos especies de flamencos y otras aves marinas.

La zona también oculta numerosas cuevas que se dice fueron usadas por los corsarios para resguardar la mercancía que iba de contrabando, y la cueva Martin Infierno que posee la estalagmita más grande de Latinoamérica.

Los turistas aprecian todo el trayecto hasta las cascadas el cual cuenta con puentes improvisados y rústicos que facilitan la travesía hasta los puntos de mayor interés, como el radar meteorológico de la zona central, el camino hacia la parte costera o hacia el bosque y el ascenso hasta el mirador del cual puedes observar todo el valle.

Durante su caminata se sorprenderá con todas las formaciones montañosas, el verdor impactante de los árboles, y el sonido maravilloso de todas las especies que viven en perfecta armonía debajo de los frondosos matorrales, el canto de las aves e insectos se convertirá en un arrullo especial para relajarse y desconectarse de sus problemas en casa o el trabajo.

Una gran ventaja durante todo el camino es el ejercicio físico que ejercen tus piernas, que aunque te agoten te llenan de energía vital y buena circulación, algo que tu cuerpo te agradecerá si llevas una vida sedentaria, y no te preocupes por sudar o no poder descansar, la recompensa te espera al final del recorrido en los estanques que reciben el agua pura de las cascadas donde puedes relajarte y nadar todo el tiempo que quieras.

Catalina López Zuluaga