CUADERNOS DE VIAJE
 
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Entre bosques y minas. Los Oscos

Mediado el siglo XVI un grupo de peregrinos se dispone a partir de Villanueva con la bendición del abad del monasterio de Santa María. Se dirigen a Fonsagrada para enlazar allí con el camino que por Lugo lleva hasta la tumba del apóstol Santiago. Sus familias les despiden pidiéndoles que tengan cuidado con los lobos. Ellos señalan sus cayados para tranquilizarles. La primavera avanza con paso firme en los valles, pero en los altos la nieve blanquea los cerros aún, y los lobos necesitan atreverse con todo.

Unas horas después, en un claro del bosque, ven salir unos hombres de entre los árboles. Llevan cuchillos y garrotes y les gritan que se detengan. Los peregrinos echan a correr como si les persiguiese el mismo diablo. Los hombres del bosque son bandidos, y no suelen contentarse con robar a sus víctimas. Se lanzan camino abajo como posesos; les va la vida en ello. El de más edad va rezando plegarias al apóstol, pidiéndole que les proteja de los bandidos. Unos minutos después llegan a la orilla del río Agüeira y lo cruzan por un viejo puente de piedra. Nada más pasar el último de ellos el arco del puente se desploma. Están salvados. Los bandidos no pueden cruzar por el agua porque el río baja muy crecido debido al deshielo.

Tras los primeros instantes de sorpresa, los peregrinos, entre suspiros de alivio hablan de un milagro: Santiago ha provocado el hundimiento del puente para protegerlos de los bandidos, que han resultado mucho más peligrosos que los lobos.

Bosque en la ruta de la SeimeiraLos montes de los Oscos abundan en lugares inaccesibles donde podían refugiarse los bandidos con facilidad. Esta leyenda no es tal, está recién inventada para este texto, pero bien podría haber sucedido. Valles profundos, ríos encajados, montes frecuentados por la nieve, bosques oscuros y extensos se prestaban hace tiempo a episodios similares.

Sí es verdadera otra leyenda, la del desterrado, que da nombre a un pequeño valle cerca de una cascada espectacular. La cascada se llama “La Seimeira”, y para llegar a ella desde Santa Eulalia de Oscos es necesario pasar por el Valle del Desterrado. El camino no es largo ni difícil, puede hacerse con niños, y el bosque es casi mágico, repleto de carbayos, alisos, avellanos y castaños.

Después de superar una cuesta y una aldea abandonada se llega a un tramo más abierto y llano a orillas del río Agüeira. El cuento popular sitúa allí el lugar donde fue desterrado el criado de un noble que mató a un cura por orden de su señor. El cura no había querido retrasar el inicio de la misa un domingo para esperar al noble, que estaba en una cacería. Éste, en represalia, mandó a su criado que lo asesinase. La justicia del pueblo juzgó al asesino y lo desterró al interior del bosque, pero nada hizo contra el noble engreído y colérico. La leyenda puede leerse allí mismo, en un cartel colocado junto a la senda.

La SeimeiraAnte tanta maldad e irracionalidad del ser humano lo mejor es seguir hasta la cascada y, si la temperatura lo permite, darse un baño en la poza que hay a sus pies. Los treinta metros de caída escalonada del agua producen un rumor absorbente que sofoca las voces. El baño en la poza recuerda un baño lustral, purificador, reconciliador con el bosque.

Esta excursión, pese a su breve longitud, resume la esencia de los Oscos: el agua, el bosque y la piedra. Con agua se mueven los mazos de las ferrerías, de la piedra se extrae el metal y del bosque sale la leña con la que se hace carbón y lumbre, y madera para construir.

Los habitantes de este rincón apartado en el occidente de Asturias, una curiosa mezcla de galaicos y astures, se precian de haber sido herreros desde el principio de la historia. Los romanos se fijaron pronto en la comarca por su riqueza metalífera, y durante siglos la forja y la fundición han ocupado las muchas horas que el clima impedía dedicar a los campos. De este modo las gentes de los Oscos se convirtieron en hábiles artesanos del hierro, y sus piezas se vendían en todas las tierras de los alrededores. Fruto de esa actividad quedan varios mazos (forjas) y herrerías en las aldeas, algunas visitables y aún en funcionamiento, como Mazo Novo, a un paso de Santa Eulalia, o los talleres del vecino Taramundi. La toponimia recuerda esta circunstancia al visitante en cada valle y cada loma. Ferrería, Ferreira y Ferreirela, Mazo Novo y Mazo de Caraduxe junto a Santa Eulalia; Ferreirela, Ferreira, Mazo de Mon y río Ferreira en San Martín; otra Ferreira y Mazo de Samamede en Villanueva; Os Fornos en Piorno; y minas esparcidas por todos los concejos.

Pumares, Santa Eulalia

Santa Eulalia, o Santalia como la llaman muchos lugareños, es el centro neurálgico de Oscos. Desde allí parten la mayoría de las rutas y es el municipio que dispone de más oferta de actividades y alojamientos. Merece una visita aparte la casa natal del Marqués de Sargadelos, el fundador de la famosa fábrica de cerámica, nacido en la aldea de Ferreirela de Baxo. La casona, alejada de la vida de lujo que tuvo a su disposición una vez emigrado a Ribadeo y triunfado en los negocios, ha sido restaurada con detalle. En su interior puede verse una muestra interesante de las formas de vida de los Oscos en los cuatro últimos siglos.

No hemos de olvidar la atención que merecen San Martín y Villanueva.

Monasterio de Santa Maria, VillanuevaVillanueva creció en torno al monasterio de Santa María, fundado en el siglo XII. La vida y la economía del monasterio condicionaron la villa, siempre al servicio de los monjes. La iglesia conserva poco de la obra románica original, solo un sepulcro y la cabecera. El edificio del monasterio, levantado en estilo barroco, se ha convertido en parte en el Aula Arqueológica de la comarca; a su alrededor se exponen materiales de la industria de fundición y forja que aportaba buenos ingresos a los monjes. Con todo, la metalurgia no evitaba trabajar los campos y para no olvidarlo, en Villanueva han reconstruido con acierto una casa y un horno dedicados a la fabricación del pan. En este agradable Ecomuseo del Pan se enseñan las formas locales de siembra, siega y trilla, así como el método tradicional de amasado y cocido. Un día a la semana se puede participar en la elaboración de pan de forma práctica.
Para rememorar las celebraciones que acompañaban los días grandes dedicados antaño a la trilla y limpia del cereal, se celebra anualmente en Villanueva la fiesta de la Mallega, a finales de agosto.

San Martín es hoy una villa pequeña con numerosas aldeas distribuidas por los montes vecinos, en las que pueden encontrarse algunos palacetes y casonas de gran interés: el palacio barroco de Mon, la casona de los Guzmanes (s. XVIII) y Cabeza da Villa (s. XVII), ambas en el propio San Martín. La Cabeza da Villa es un ejemplo excelente de las casas señoriales en las que no faltaba la capilla particular.
En Piorno, una aldea que se esconde en los montes al noreste de San Martín, se conservan interesantes muestras de arquitectura popular en piedra y madera.

Horreo de la casa natal del Marqués de Sargadelos

Atravesando algunos valles escondidos entre fantásticos bosques de castaños, hayas y avellanos se llega al castro de San Isidro, el más relevante de la comarca. Pueden apreciarse con facilidad las dos líneas de muralla y un espacio lleno de grandes piedras hincadas, clavadas de punta en el suelo, para dar una protección extra a la defensa en el flanco más vulnerable. Una cima cercana alberga el castro del Pico de la Mina, muy similar al de San Isidro.

La oficina de turismo de San Martín proporciona información y planos de las rutas del concejo. Destaca la Senda Verde de San Martín, que parte de la misma oficina y en su recorrido permite disfrutar de un frondoso bosque de robles y abedules, varias aldeas, otro castro (el de Deilán), una mina y la casona Cabeza da Vila.

La comarca de los Oscos merece algo más que una visita corta, pues la arquitectura de sus pueblos, sus bosques y sus gentes requieren pausa para disfrutarlos, tiempo para conocerlos y calma para apreciar sus valores. Comer en los pequeños restaurantes y casas de comidas es una experiencia no solo gastronómica sino casi antropológica. Buen ejemplo de ello es Villanueva de Oscos, donde se puede elegir entre el restaurante del hotel Oscos, con una comida de calidad a precios más que razonables, o comer en la tienda-bar Casa Perales, regentado por una anciana con fama de gran cocinera, que sirve y organiza los turnos a su ritmo, poco apto para nerviosos. Los visitantes y los excursionistas hacen un alto a mitad del día para disfrutar de sus platos, pero no siempre lo consiguen pues el local es reducido.

La Casona de AmbrosioAlojarse en alguna de las numerosas casas rurales, hoteles y apartamentos rurales es una razón por si misma para asentarse en los Oscos unos días. Hay casonas restauradas con cariño y buena mano situadas en minúsculas aldeas que mantienen la vida tradicional. Quien esto escribe disfrutó con la familia de una estancia en la Casona de Ambrosio. Buen trato de sus dueños, Ambrosio y Marisa, apartamentos muy completos y cómodos y unas vistas espectaculares sobre Villanueva.

Todos los días, a la caída de la tarde, con el sol calentando la pizarra de las casas de Ovellariza, la aldea donde se encuentra esta casona, una vecina pasea sus 90 años con soltura y agradece un rato de charla con los inquilinos de los apartamentos y los dueños de la casa. La mujer se dedica a criar corderos, y ha salido muy poco de la aldea. Habla un asturiano cerrado, que por momentos se hace difícil de entender, pero sus sentencias sobre las gentes y los tiempos pasados son tan agradables como el cielo que enrojece a cada minuto. Con el ocaso hay que echar mano de algo de abrigo, pues la temperatura corre hacia abajo detrás del sol.

Monasterio de Santa María, Villanueva de Oscos

 

Jesús Sánchez Jaén 
Permitido copiar o difundir siempre que sea sin fín comercial, sin modificar y citando el autor y la web donde se ha obtenido

MAPA (pincha en él para verlo en grande)

 

Para saber más:

Fiesta de la Mallega
http://www.asturiasdefiesta.es/vii-mallega-del-pan-en-villanueva-de-oscos-2013
Asturias para disfrutar
http://www.asturiasparadisfrutar.es/2012/06/los-oscos.html
La Casona de Ambrosio
http://www.lacasonadeambrosio.com

 

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